Reproductor mp3

sábado, 8 de septiembre de 2007

Castigadas sin recreo

Nihao.

Son las 12 del mediodía en China, las 6 de la mañana en España (una hora menos en Canarias...), así que todos vosotros estaréis todavía en la camita, cuando yo llevo levantada ya más de cinco horas (¿quién decía que no me gusta madrugar? jajaja).

Las cosas por aquí van regular.

La sargento chupachús sigue con su mal genio habitual (cheeee...! que os estoy oyendo y ahora no podéis decir eso de "lo habrá heredado de su madre..."). En fin, que sigue sin dejarse coger en brazos por mí y ayer se pasó todo el santo día con "papi", que parece que sabe dónde tiene la niña el botón de on/off porque es cogerla y callarse de inmediato.



En este aspecto de la "aceptación" vamos para atrás, como los cangrejos, porque ayer la moza no consintió ni que le diera las comidas, que hasta ahora había sido terreno exclusivo de "madre". Así que Paco, además de llevarla en brazos casi todo el santo día, se ocupó de los baños, los cambios de pañales, los biberones y papillas, de vestirla y de todo lo demás. Vamos, que si no fuera porque yo estoy deseando hacer todo eso, sería como haberse ido de vacaciones con el "mayordomo de Tenn" y la "cuadrilla de los de Balay", esos de la tele, que según parece, no sólo te limpian la casa, sino que además te pasan la hoja del libro mientras lee y están dispuestos a darte un masaje en los pies, ...si se tercia.

Bueno, bromas a parte, Marina está un poco malita. Hace tres días empecé a darle antibiótico porque tenía un poco de fiebre. Lo achaqué a esa tos perruna que os comenté que tenía, y esos ruidos que le sonaban en el pecho, pero lo cierto es que ha dejado de toser y los pitos han mejorado, pero cada vez tiene más fiebre. Ayer pasó de los 38º. Creo que va a ser la barriga, porque después de un par de días de estreñimiento agudo, ha empezado a hacer unas cacas... casi líquidas, amarillas y con un olor... que tenemos la habitación perfumada con auténtico "eau de merde...".

El Apiretal y el Dalsy (hemos probado los dos) no parecen hacerle gran cosa y aunque le baja un poquito la temperatura, al rato está poco más o menos.

Así que, viendo el panorama y puesto que hoy además llueve y hace fresco (y todos nosotros con la ropa de verano...), hemos decidido que ella y yo nos quedamos tranquilitas en el hotel, mientras todo el grupo se va a hacer visitas culturales por Chongqing (ah, por cierto, para los que no tenéis ni p... idea de chino, se dice "Chonchin", por muy rarito que suene...)

Como parece que lo de Marina es un problema gastrointestinal, hemos empezado a darle las cremas de arroz y zanahoria que con tan buen criterio me recomendó que añadiera al equipaje el pediatra de Carlos y he dejado de darle la famosa "sopa de huevo" que muy amablemente me preparan en el hotel todas las mañanas sin que yo se lo pida y eso que la niña se relame de gusto cuando las come.

Y después de este parte médico-escatológico, pasemos a otra cosa, mariposa.

Ayer no escribí, como me figuro que comprobaríais. Son varias las razones, pero sobre todo es porque no podía. Ni el cansancio físico me permitía ponerme ante el ordenador, ni había manera de entrar en la página del blog. De todos modos no creo que hubiera escrito nada, porque ayer fuimos al Orfanato de Jiangjin, donde ha estado Marina hasta ahora, y lo que vi, lo que pensé y lo que sentí, no admite expresarse en el tono cómico en que me gusta relatar nuestras peripecias. Ya en casita os podré contar algo, si queréis, y enseñaros unas pocas fotos que me atreví a hacer. De todos modos, os lo podéis imaginar...

Me preguntaba mi padre si la niña ya sonríe. Pues no, lo máximo que hemos conseguido arrancarle es esa insinuación de sonrisa que tiene en la foto del gorrito que colgamos el otro día. Ni siquiera en el orfanato, con las cuidadoras, a las que les echó los brazos nada más llegar, le he visto sonreir. Y eso que según el informe que nos enviaron con la asignación, es una niña que sonríe con facilidad. Mi único consuelo es ver que Liam, que el primer día estaba igual que Marina, ya se ríe a carcajadas y deja que yo la coja y hasta me da la mano para que la lleve de paseo por los pasillos del hotel, por lo que espero que con Marina pronto pase lo mismo.

Hablando de los informes... Estos chinos tienen un morro que se lo pisan. No puedes creerte de los informes ni la mitad. ¿Pues no van y, estando en el orfanato, me dan uno donde aparecen datos supuestamente "actualizados", en el que dice que la niña tiene 16 dientes? Jo, pues o se le han caído más de la mitad... o el que se los contó estaba borracho y veía doble... ¡Me entraron unas ganas de decirles esto mismo...! Pero al final me callé, para qué vamos a andar ya con esas cosas, lo importante es que ya tenemos a nuestra niña preciosa, y la hemos sacado de aquel lugar horrible.

Los de la excursión acaban de llegar, y nos vamos a comer. Sigo más tarde y os cuelgo unas fotos, ¿ vale?


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy aquí es el día de Extremadura, sábado y como soy una "pringailla" estoy trabajando por lo menos he recibido noticias frescas aunque sean regulares.
Espero que Marina se le pase pronto la "cagalera" y podáis seguir descubriendo el lejano oriente y sus misterios.
Muchos ánimos y besos. Ya falta otro día menos para volver.Anamaría.

Anónimo dijo...

Qué bonita es la niña, tengo muchísimas ganas de verla y darle un besazo. Estamos en Ovejuela, pero trabajando, se ha venido mi compañero Jefe de Estudios y aquí estamos, disfrutar mucho que despés llega la rutina, sobre todo para Ana.
Ana, ánimo, Marina ya empezará a estar contigo como con Paco, yo no sé que tiene mi hermano con los niños y no tan niños.
Espero que la niña se ponga buena y tú puedas disfrutar de ella.Así y todo veo que lo estais pasando bien y conociendo muchas cosas, la verdad es que el viaje es fantástico, aquí teneis a mi hija que está todo el día diciendo lo mismo: cuándo vamos a ir nosotros a China?, pues lo tiene claro la pobre. Le digo que se contente con ver tantas fotos y con todo lo que vosotros le vais a contar cuando vengais.
Os dejo, un beso muy fuerte de todo. Ana, es un vicio entrar en el blog y leerte; me encanta.