Reproductor mp3

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Siempre nos quedará... Chongqing

NIHAO.

¿Nos echásteis de menos ayer? Qué mal acostumbrados os tenemos...

Bueno, no siempre se puede.

Ayer dejamos Chongqing para iniciar la segunda parte de este viaje alucinante, pero el día anterior aún tuvimos tiempo para hacer algunas visitas de interés. A petición nuestra (ya os comenté que los guías y el autobús están a nuestra entera disposición), fuimos al zoo de la ciudad. ¡Otro madrugón...! Porque tal y como nos explicó nuestro guía, Nicolás, "hay que madlugal pala ver a la panda; porque si hace calol, la panda come, y se va a dolmil y ya no vemos la panda" (poner voz de chinito para leer esto, claro).




Una monada los pandas... Quedan menos de 1000 en el mundo y su principal hábita está en esta zona y en Xichuan.

Estando en el zoológico comenzó a llover, así que la visita terminó pronto y pasada por agua, aunque nos dió tiempo a dar un paseo y ver otros animales además de "la panda", que no se había ido a "dolmil" ni mucho menos.

Aquí os pongo unas fotos de nuestras dos "chonchingueras", las más bonitas del mundo mundial.




El mismo día, aprovechamos para ver el Palacio de Congresos, una construcción inmensa, como todo por aquí, edificado en 1951, a imitación de otro edificio que se encuentra en Pekín. Su aforo es de 4500 personas. Las fotos no le hacen justicia, pero... es todo lo que vosotros podéis disfrutar de momento (¡qué mala l... tengo! jejeje).







Como estaba lloviendo, y habíamos dejado los impermeables en el hotel, Carlos aprovechó para hacer una de sus "compras inútiles", y por 15 yuanes (1,50 €) le compró a una vendedora ambulante este "sombrero-paragüas", que ciertamente, impide que te mojes permitiéndote mantener las manos libres (en el fondo, no está mal pensado...). El problema es que ahora quiere llevárselo al cole cada vez que llueva y, la verdad, no es plan...



Después estuvimos dando una vuelta por la zona comercial, y al final, sobre las tres de la tarde, terminamos otra vez en el Mc´Donalds (¡con la manía que les tengo...!), pero es que después de las dos , ya no hay ningún restaurante chino que esté abierto, porque aquí, la comida del mediodía se hace entre las 12 y las 13 horas. Así que a los pobrecitos de los guías, que no se han separado de nosotros hasta que nos dejaban"sanos y salvos" en el hotel, les hemos hecho pasar más hambre... ¡Vamos, que yo creo que no le dieron un "bocao" a un perro que vimos en una plaza, por pura educación!(Pensad que aquí los perros se comen, así que supongo que ver uno andando por la calle, debe ser para ellos, como ver un "bistec con patas...").

Después, para volver al hotel, y puesto que al chófer ya le habíamos dado el resto del día libre, cogimos el "tren ligero", que es parecido al metro. Tiene las estaciones bajo tierra igual que cualquier metro, pero en seguida las vías ascienden a la superficie, y la mayor parte del trayecto discurre sobre raíles situados, generalmente, a varios metros por encima de las medianas de las carreteras que separan los carriles de sentido contrario. Al ser vías elevadas, permiten una visión de la ciudad diferente y bastante interesante, sobre todo en las zonas próximas a los ríos.

Aquí os dejo una foto del edificio del hotel. Estábamos alojados en el piso décimo, del total de treinta y dos plantas que tiene. La habitación, por cierto, era buenísima, a excepción del baño que se nos hizo un poco pequeño en proporción con el resto, y es que tenía un water inmenso que ocupaba casi todo el espacio (¿será porque como estos sanitarios por aquí no abundan, cuando ponen uno, lo hacen "a lo grande"?).




Mirad cómo disfruta Marina en el baño; le encanta jugar en el agua.




Ayer por la mañana la dedicamos principalmente a hacer el equipaje. Hemos tenido que comprar otra maleta para poder dividir bien aquello que tengo que quedarme yo y lo que tienen que llevarse Paco y Carlos.

"Papaito" está triste pensando que muy prontito ya tendrá que volver y dejar aquí a la niña de sus ojos. Tanto, que estuvo calculando si cabía en la maleta nueva para llevársela "de extranjis"; he aquí la prueba.





Dejar Chongqing ha sido bastante duro, a pesar de que no nos ha parecido una ciudad especialmente bonita. Hemos tenido una sensación extraña, como si alejáramos a nuestras hijas de sus raíces antes de que pudieran realmente sentirlas como suyas.

Tal vez, dentro de unos años, repitamos este viaje, cuando nuestra hija ya tenga edad de comprender muchas cosas que serán importantes en su vida. Sólo espero que, para entonces, ella haya asimilado su historia y vuelva a esta ciudad sin rencor, siendo capaz de verla como quien se encuentra con alguien muy querido a quien dejó de ver hace tiempo.

Al salir hacia el aeropuerto llovía suavemente y Nicolás (tan rico siempre), nos dijo: "el cielo está llolando porque ustedes se van..."), y entonces, por una asociación de ideas, a mí me vino a la cabeza esa famosa frase que se relaciona con Boabdil y la entrega de Granada: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".

Nos llevamos las perlas más valiosas de éste lugar. Nosotros ganamos; Chongqing, tú pierdes...






1 comentario:

Anónimo dijo...

hola familia!!!

soy Anna (Annandreu de octubrines-noviembrines) y os quería dar la enhorabuena por vuestra preciosa hija. De verdad que tiene una carita tan dulce y bonita!! y también deciros que me encanta como relatais el viaje. Me rio mucho y me trae muchos recuerdos aunque nosotros estuvimos en otra provincia.

Y la relación con su mami, seguro que mejorará porque si os quedais solitas y los chicos se van....pues no tendrá más narices que adaptarse...y como son más listas que el hambre.

Bueno feliz continuación de viaje y seguiré las crónicas con todo el cariño e interés.

Anna (Barcelona)