NIHAO
¡Por fin, por fin...! No es que no me haya gustado este país (las muchísimas horas de viaje merecen la pena), pero qué ganitas tengo de llegar a mi casa... De haber estado todos aquí, pues igual me lo tomaba de otra manera, pero así, con la mitad de la familia en el otro lado del mundo, pues como que no...
Me estoy tomando un descansito en la árdua tarea de hacer el equipaje. No sé qué pasa... Yo creo que esta noche han venido los duendes y han hecho algún tipo de conjuro porque la maleta ha encogido... (juraría que antes era mucho más grande). ¡Ufff, qué problema...!
Hoy, para terminar con las "visitas cultulales" hemos ido al Templo del Cielo, que es el monumento emblemático de Beijing (vamos, algo así como la Giralda en Sevilla, pero con menos gracia y más chinitos...).
Ha hecho un día estupendo, con un sol... (la única vez que lo hemos visto aquí). Y para variar, la menda, que ha paseado inutilmente durante todo el viaje las gafas de sol en el bolso, para el único día que las he necesitado, voy y las pierdo... (lo siento mami, son las que tú me regalaste) Pero es que no me extraña, me paso todo el santo día con un trajín... "Sienta a Marina en la silla, saca a Marina de la silla...; abre mochila y saca biberón, guarda biberón y cierra mochila...; Ay, qué bonito aquello..., saca cámara de fotos, clic..., guarda cámara de fotos...; que llora la niña..., abre bolso, saca galleta, cierra bolso...; chinito "vendel" barato libro..., saca monedero, guarda monedero, abre mochila, guarda libro, cierra mochila..." Si lo que me extraña es que no me haya perdido yo (¡Ah, sí... si también me "peldí" en la Ciudad Prohibida...! ya no me acordaba).
Bueno, pues como sigo sin poder poner fotos, no os aburro más.
Lo importante... que mañana bien tempranito (a las 6 h. vienen a recogernos el equipaje) empezamos el gran viaje de vuelta. Rezad para que Marina se duerma en el avión y me deje descansar un poco. De todos modos y, por si acaso, Paco, ten preparada la "tortillita de valeriana", porque creo que llegaré con los nervios deshechos, jejeje.
Prometo hacer una última"entrada" desde casa, para completar este blog con todas esas fotos que se han quedado en el tintero.
El resumen de este viaje es fácil de hacer: Varios años de espera, muchos papeles y más ilusiones, nos trajeron hasta aquí. Hemos disfrutado de unos días maravillosos, con sus buenos ratos y otros no tan buenos, aunque de todos guardaremos un recuerdo muy especial. Hemos conocido a gente estupenda, a las que nos une un mismo lazo. Nos llevamos de este país, sus olores, sus espacios inmensos, su luz velada, la sonrisa amable de sus gentes... todo ello en la memoria. Y , en los brazos, y en el corazón, para siempre, siempre... la perla más chiquitita, más preciosa y más adorable que os podáis imaginar. Un sueño cumplido, no tiene precio...
Bueno, os dejo, voy a ver si se me ilumina la mente y encuentro la fórmula matemática que permita meter un elefante en una caja de cerillas, y luego, la aplico a la maleta, jajaja.
¡Por fin, por fin...! No es que no me haya gustado este país (las muchísimas horas de viaje merecen la pena), pero qué ganitas tengo de llegar a mi casa... De haber estado todos aquí, pues igual me lo tomaba de otra manera, pero así, con la mitad de la familia en el otro lado del mundo, pues como que no...
Me estoy tomando un descansito en la árdua tarea de hacer el equipaje. No sé qué pasa... Yo creo que esta noche han venido los duendes y han hecho algún tipo de conjuro porque la maleta ha encogido... (juraría que antes era mucho más grande). ¡Ufff, qué problema...!
Hoy, para terminar con las "visitas cultulales" hemos ido al Templo del Cielo, que es el monumento emblemático de Beijing (vamos, algo así como la Giralda en Sevilla, pero con menos gracia y más chinitos...).
Ha hecho un día estupendo, con un sol... (la única vez que lo hemos visto aquí). Y para variar, la menda, que ha paseado inutilmente durante todo el viaje las gafas de sol en el bolso, para el único día que las he necesitado, voy y las pierdo... (lo siento mami, son las que tú me regalaste) Pero es que no me extraña, me paso todo el santo día con un trajín... "Sienta a Marina en la silla, saca a Marina de la silla...; abre mochila y saca biberón, guarda biberón y cierra mochila...; Ay, qué bonito aquello..., saca cámara de fotos, clic..., guarda cámara de fotos...; que llora la niña..., abre bolso, saca galleta, cierra bolso...; chinito "vendel" barato libro..., saca monedero, guarda monedero, abre mochila, guarda libro, cierra mochila..." Si lo que me extraña es que no me haya perdido yo (¡Ah, sí... si también me "peldí" en la Ciudad Prohibida...! ya no me acordaba).
Bueno, pues como sigo sin poder poner fotos, no os aburro más.
Lo importante... que mañana bien tempranito (a las 6 h. vienen a recogernos el equipaje) empezamos el gran viaje de vuelta. Rezad para que Marina se duerma en el avión y me deje descansar un poco. De todos modos y, por si acaso, Paco, ten preparada la "tortillita de valeriana", porque creo que llegaré con los nervios deshechos, jejeje.
Prometo hacer una última"entrada" desde casa, para completar este blog con todas esas fotos que se han quedado en el tintero.
El resumen de este viaje es fácil de hacer: Varios años de espera, muchos papeles y más ilusiones, nos trajeron hasta aquí. Hemos disfrutado de unos días maravillosos, con sus buenos ratos y otros no tan buenos, aunque de todos guardaremos un recuerdo muy especial. Hemos conocido a gente estupenda, a las que nos une un mismo lazo. Nos llevamos de este país, sus olores, sus espacios inmensos, su luz velada, la sonrisa amable de sus gentes... todo ello en la memoria. Y , en los brazos, y en el corazón, para siempre, siempre... la perla más chiquitita, más preciosa y más adorable que os podáis imaginar. Un sueño cumplido, no tiene precio...
Bueno, os dejo, voy a ver si se me ilumina la mente y encuentro la fórmula matemática que permita meter un elefante en una caja de cerillas, y luego, la aplico a la maleta, jajaja.