Sobre Marina Yi

NIHAO!!!!


Ayer estaba ya demasiado cansada para contar nada más, porque eran ya las 12 de la noche, hora china, las 6 de la tarde, hora española, lo que supone que llevábamos más de 36 horas sin parar y sin dormir en condiciones.


Pero este es un momento bueno para contaros más cosas. Aquí son las 19,30 horas. Marina duerme una siesta y Carlos y Paco intentan armar un muñeco de LEGO que acabamos de comprar.

Bueno, a lo que voy... quería contaros cosas de la niña, sobre todo a ti, mamá, que estarás deseando saber si está bien tu nieta.


Pues bien, Marina es, como ya me esperaba, "lo menos que se despacha...". Según la báscula del baño de nuestra habitación, pesa exactamente 7 kilos, así que el último informe que nos dieron no sólo no estaba equivocado, sino que había sido generoso, pues indicaba medio kilo más.


Toda la ropa que le he traído le queda inmensa. Imaginaos, yo había comprado todo con talla 12 a 18 meses y usa talla de 6 a 9 meses. ¡Es una miniatura! Eso sí, hemos acertado con el calzado, menos mal.


Tiene un pelito pobre y fino, y estamos pensando raparla al cero o casi, porque es una penita verla con esos cuatro pelos.


Desnuda no abulta casi nada, es como un gatino..., pobrecita mía.


Está un poco constipada, por la noche tosió mucho, aunque durante el día casi nada. Tiene muchos mocos y le suenan pitos cuando respira.


Anda sola perfectamente, lo cual sorprende bastante, viendo esos alambres torcidos que tiene por piernas. Ah, ya tiene 6 dientes, 1 muela, y le está saliendo otro diente más.


Aunque con nosotros no lo ha hecho casi nada, debe chuparse el dedo para dormir, porque tiene un pequeño callo en el pulgar.


Tiene tres heridas en una pierna, según la cuidadora, porque le picó algún mosquito y de rascarse se ha hecho las heridas. No sé si creerme esto o pensar que es otra la causa, pero lo cierto es que las heridas ahí están. Espero que con la crema que le doy se le vayan curando.


No habla practicamente nada. Sólo esta mañana le hemos oído decir algo así como "ta-ta" varias veces, cuando Paco le daba pedacitos de madalena en el desayuno (bueno, esto lo cuento luego).

Por lo demás, parece que está bastante sanita (¡cómo si no fuera suficiente todo lo que ya he dicho, ¿verdad?, jejeje). Bueno, quiero decir, que no parece que tenga nada grave. Parece atender bien a los sonidos, usa las dos manos y camina...


Eso sí, todavía no nos ha dedicado ni una sola sonrisa.Tendremos paciencia....


El problema "gordo" es que a mí todavía no me ha aceptado y a Carlos tampoco. Todo es echarle los brazos a Paco en cuanto le ve. Conmigo se pone a llorar antes incluso de que la coja en brazos, además me lanza unas "miraditas asesinas" cuando paso cerca y cree que voy a cogerla, que ni os cuento. Con Carlos se lleva regular, por el momento. Le deja que juguetee con ella, pero no quiere que le coja. Yo sé tener paciencia y esperar a que se vaya acostumbrando a mí, pero me preocupa que cuando Paco se vuelva para casa aún no haya llegado el momento de encontrarse a gusto conmigo porque entonces lo vamos a pasar mal las dos y mucho... Ya veremos cómo evoluciona en este sentido en los próximos días.