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miércoles, 19 de septiembre de 2007

Adiós con el corazón...

NIHAO

¡Por fin, por fin...! No es que no me haya gustado este país (las muchísimas horas de viaje merecen la pena), pero qué ganitas tengo de llegar a mi casa... De haber estado todos aquí, pues igual me lo tomaba de otra manera, pero así, con la mitad de la familia en el otro lado del mundo, pues como que no...

Me estoy tomando un descansito en la árdua tarea de hacer el equipaje. No sé qué pasa... Yo creo que esta noche han venido los duendes y han hecho algún tipo de conjuro porque la maleta ha encogido... (juraría que antes era mucho más grande). ¡Ufff, qué problema...!

Hoy, para terminar con las "visitas cultulales" hemos ido al Templo del Cielo, que es el monumento emblemático de Beijing (vamos, algo así como la Giralda en Sevilla, pero con menos gracia y más chinitos...).

Ha hecho un día estupendo, con un sol... (la única vez que lo hemos visto aquí). Y para variar, la menda, que ha paseado inutilmente durante todo el viaje las gafas de sol en el bolso, para el único día que las he necesitado, voy y las pierdo... (lo siento mami, son las que tú me regalaste) Pero es que no me extraña, me paso todo el santo día con un trajín... "Sienta a Marina en la silla, saca a Marina de la silla...; abre mochila y saca biberón, guarda biberón y cierra mochila...; Ay, qué bonito aquello..., saca cámara de fotos, clic..., guarda cámara de fotos...; que llora la niña..., abre bolso, saca galleta, cierra bolso...; chinito "vendel" barato libro..., saca monedero, guarda monedero, abre mochila, guarda libro, cierra mochila..." Si lo que me extraña es que no me haya perdido yo (¡Ah, sí... si también me "peldí" en la Ciudad Prohibida...! ya no me acordaba).

Bueno, pues como sigo sin poder poner fotos, no os aburro más.

Lo importante... que mañana bien tempranito (a las 6 h. vienen a recogernos el equipaje) empezamos el gran viaje de vuelta. Rezad para que Marina se duerma en el avión y me deje descansar un poco. De todos modos y, por si acaso, Paco, ten preparada la "tortillita de valeriana", porque creo que llegaré con los nervios deshechos, jejeje.

Prometo hacer una última"entrada" desde casa, para completar este blog con todas esas fotos que se han quedado en el tintero.

El resumen de este viaje es fácil de hacer: Varios años de espera, muchos papeles y más ilusiones, nos trajeron hasta aquí. Hemos disfrutado de unos días maravillosos, con sus buenos ratos y otros no tan buenos, aunque de todos guardaremos un recuerdo muy especial. Hemos conocido a gente estupenda, a las que nos une un mismo lazo. Nos llevamos de este país, sus olores, sus espacios inmensos, su luz velada, la sonrisa amable de sus gentes... todo ello en la memoria. Y , en los brazos, y en el corazón, para siempre, siempre... la perla más chiquitita, más preciosa y más adorable que os podáis imaginar. Un sueño cumplido, no tiene precio...

Bueno, os dejo, voy a ver si se me ilumina la mente y encuentro la fórmula matemática que permita meter un elefante en una caja de cerillas, y luego, la aplico a la maleta, jajaja.




martes, 18 de septiembre de 2007

"Visas & Visas"

NIHAO

¡Noticias frescas... !

Después del desastre dea ayer, que no pude poner ni una sola foto, he estado casi toda la tarde con la cámara y el ordenador, revisando botones y probando distintas funciones y... ¡éste cacharro sigue sin funcionaaaaar...! Joooo, qué rabia... con la de fotos que quería poner...

Me han dicho que se están corriendo las voces y que hay amigos de familias de mi grupo que están siguiendo el blog. Por eso, tenía intención de empezar a poner fotos de más gente (que siempre salimos los mismos...) y sobre todo, de los niños, para que los fuérais conociendo. ¡Ay, qué coraje... me entran unas ganas de estampar los dos aparatos contra la pared...! (Tranquilo, Paco, que es tan sólo una forma de hablar, tu portatil y la cámara siguen enteritos -de momento...-, jejeje).

Pero cuando llegue a casita, y "mi informático" pueda, me voy a desquitar y voy a poner "cienes y cienes" de fotos, a ver si a este trasto le da un empacho y revienta, ...por castaña...

Pues lo siento mucho, amigos, pero os tendréis que conformar con mi relato "a palo seco".

Bueno, vamos allá.

Hoy hemos ido a recoger la documentación a la Embajada. ¡POR FIN MI NIÑA TIENE VISA...! Ya la puedo sacar del país y llevármela a España sin necesidad de que llegue en "patera". Además del pasaporte con el visado, nos han entregado el Certificado de Adopción y el de Nacimiento, ambos en chino y con su traducción al inglés. Nos han aconsejado que estos documentos los llevemos en el equipaje de mano, por si nos los piden en alguna aduana, ya que como los niños viajan con pasaporte chino, ¿cómo demostraríamos que son nuestros hijos y que no los estamos secuestrando? (desde luego, por el parecido físico no se podría saber, jejeje).
A todos los papás y mamás nos ha hecho una ilusión... Es el papelito que estábamos esperando y que nos abre la "puerta de salida" de este país. Uff, vinimos encantados a China, pero nos vamos de aquí con mucha más alegría. Más de uno, se hubiera ido desde la embajada, derechito, derechito, al aeropuerto, y yo creo que se hubieran montado en el primer avión que volara rumbo a Europa sin más equipaje que su bebé precioso.

Después de esto, nos han "soltado" en el Mercado de Yashow (mercado de imitaciones) y allí hemos pasado un par de horas de lo más entretenido.

Se trata de un centro comercial de cinco plantas, llenito de puestos de ropa, relojes, souvenirs..., con la particularidad de que hay que regatear por todo. Bueno, pues yo lo he hecho, y he llegado a mostrarme dura e inflexible, y aún así, cada vez que cerraba una compra, después de discutir un cuarto de hora con el vendedor o la vendedora, se me quedaba una cara de tonta... y pensaba "ya me han "estafao" otra vez..." Y es que no hay manera de saber si podrías haber comprado lo mismo por menos.

Todos, hasta los que no tenían intención de comprar nada, hemos terminado por llevarnos alguna cosa. Algunos, han estado más "ocupados" que otros y sus Visas deben haberse quedado tiritando. Ya veremos cómo sienta cuando te pasen el cargo, ya...

El problema vendrá a la hora de hacer las maletas. Me parece que más de uno tendrá que sentarse encima para conseguir que cierren, jajaja.

Y hablando de maletas y viajes... Miedo me está dando el vuelo de vuelta. ¡Os imagináis el avión, con al menos trece niños pequeños...! Uno que necesita un cambio de pañales, otro que tiene hambre, uno más que lloriquea por sueño... ¡Qué divertido...! Como decía un día en el foro hablando sobre esto, las líneas aéreas terminaran por colocar un cartelito que diga "Prohibido fumar. No se admiten mascota a bordo, ni familias adoptantes en vuelo de regreso. Gracias por volar con nosotros y feliz viaje".

Bueno, bueno, mejor casi ni pensarlo... Lo importante es que mañana empezamos a preparar el equipaje y que pasado ¡nos vamos por fin a casita!

¿Y si además de la maleta facturase a Marina..?. No sé si así ella iría más cómoda, pero yo ... haría un viaje estupendo , ¿a que sí...?

lunes, 17 de septiembre de 2007

Parques, bicis y acróbatas

NIHAO.

Bueno, bueno, aquí está otra vez la reportera más dicharachera de ... China (¿a que creíais que iba a decir de Barrio Sésamo...? Pues no, os habéis "colao").

Hoy vamos deprisita, que mañana me tengo que dar un madrugón de "padre y muy señor mío", nos han dado un día de aupa (estoy de "guagua"-como dice Ramón, el papá de Andrea y Aida, un tinerfeño "salao, salao", -) más harta que si me la hubiera comido entera, y tengo mucho, mucho que contar.

"Señoras y señores pasajeros, abrochense los cinturones que ¡...allá vamos...!".

Antes de empezar... permitidme un inciso. Para aquellas familias que están en proceso de adopción en China: muchas gracias por seguirnos en este viaje, muchos ánimos para soportar la espera, que ojalá sea más corta que la nuestra (20 meses desde el registro hasta la asignación) y no os perdáis los comentarios de mi marido en la entrada anterior (tan atento como siempre, ha dado una serie de consejillos que a mí se me pasó mencionar ayer).

Ahora sí... Aviso que esto va a ser en plan telegráfico, porque hoy no puedo permitirme otra cosa.

A primera hora, visita al palacio de invierno en el Parque Beihai. Muchos árboles; bonitos paseos; enormes lotos en el lago; poca gente; buena temperatura.

Después del paseo, recorrido por los hutongs (los callejones del casco viejo de Pekín) en carritos tirados por bicicletas. Divertido; original; agradable; "bicicletero" simpático; le hubiera gustado mucho a Carlos.

Comida en grupo en buffet de un hotel. Peor que el "pato laqueado"; servicio atento; Marina se pone las botas de arroz tres delicias; cinco minutos libres para un cigarrillo...

Siesta en la habitación del hotel durante hora y media. Gustazo; más gustazo; corto; Marina quiere más siesta; lágrimas; gritos.

Vamos a ver un espectáculo de acrobacia a un teatro. Más "guagua"; llueve; atasco... "¡Sooo, caballo..."! Esto ya merece una explicación un poco más extensa...

Ha sido una preciosidad de espectáculo. Me ha gustado mucho más que la "Linterna Mágica" y el" Teatro Negro" de Praga. El vestuario era precioso, con originales tocados y trajes multicolor. Los decorados sencillos pero muy acorde con cada número. Y para los chicos y chicas que actuaban ya no tengo adjetivos. ¡Qué habilidad, qué precisión, qué elasticidad, qué fuerza...! No os lo puedo describir... Han sido una serie de números con distintos elementos (con bicicletas, con los famosos platos chinos girando en la punta de varillas de madera, ...) y distintas disciplinas (equilibrio, saltos, resistencia...). Cuando ya parecía que era el "no va más", daban una vuelta más de tuerca complicando aún más la acrobacia. Y todo ello acompañado de una preciosa música. Increible... ¡Cuántas horas, cuánto trabajo y cuánta constancia hay detrás de este espectáculo! Me han dejado con la boca abierta. Desde luego, una cosa así sólo podían hacerla los chinos.

Es una lástima que Paco y Carlos no hayan podido estar hoy aquí. Las actividades del día hubieran sido geniales para Carlos, desde el paseo en los carritos de las bicicletas, hasta el espectáculo. Estoy segura de que les hubiera encantado. Bueno, os tendréis que conformar con el DVD que os llevo, porque de una forma u otra, esto merece ser visto.

No puedo mostraros ninguna foto, porque o me he "cargado" la cámara o me he "cargado" el ordenador... no lo sé. He intentado solucionarlo con Paco "on line", pero no hay manera. Soy demasiado torpe para un técnico a distancia, yo necesito que esté aquí mismo, si no, no me aclaro.

De todo modo, si queréis ver lo de las acrobacias, os puedo alquilar el DVD que he comprado (jejeje..., ¡oye, tengo que recuperar los 50 yuanes que me ha costado!... es broma).

"Y con esto y un bizcocho... hasta mañana a las ocho". Besitos para todos.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Seguimos en Beijing

NIHAO.

Hoy estoy vaga... no tengo ganas de escribir, o al menos, no de contaros con detalle la visita turística del día. Así que voy a contar lo que me dé la gana (¿y no es eso lo que hago todos los días...?). Bueno, pues lo que me dé más la gana, ya está... Sobre todo, y puesto que me consta que hay gente que sigue este blog porque pronto vendrán a buscar a su tesoro, haré comentarios prácticos de cara a ellos.

Por ejemplo, os diré que Beijing o Pekín, o como queráis decirle, es "la ciudad interminable". Al que acierte la superficie le doy un premio (¿qué tal una muñeca chinita?, tengo muchas donde escoger...). Bueno, pues dejaros de cálculos que yo os lo digo. Beijing tiene una extensión de 16.804 kilómetros cuadrados, lo que equivale -para quienes no se hagan una idea, como me pasa a mí- casi a la superficie de Bélgica completa. ¿Se anima alguien a darle una "vueltecita"? Uff, qué cansancio me entra sólo con pensarlo.

El Capital Hotel se encuentra en la vía principal. Una recta inmensa de casi 40 kilómetros (como Pintores, más o menos, jejeje). Este hotel, ya os lo dije, me tiene alucinada. Tiene salones para aburrirse, y una decoración en los espacios comunes, preciosa (la de las habitaciones es más corrientita, más como cualquier buen hotel). Tengo que hacer fotos de algunos rincones y ponerlas aquí, porque merece la pena. Tiene una piscina cubierta, así que traeros los bañadores si queréis daros un chapuzón. En la habitación (también fue así en la de hotel de la provincia) tenemos un termo eléctrico que nos sirve para calentar al "baño María" tanto biberones como potitos, olvidaos por tanto de meter calienta-biberones en las maletas. Cada mañana te dejan tres botellas pequeñas de agua mineral, con lo cual, tienes asegurado el suministro para los "bibis" sin necesidad de comprar agua en ningún sitio. De todos modos, no cargueis con demasiado de nada. En los super de los centros comerciales hay de todo: leche en polvo, cereales, potitos, pañales, toallitas, etc, etc. En la provincia tuve más problemas con los potitos; los había pero encontré poca variedad, pero aquí hay un montón de ellos (algunos un poco raros, como ya comenté otro día, pero los niños se los comen muy bien).

El tiempo en esta época del año es un poco cambiante. Nos ha llovido y nos ha hecho calor. Os aconsejo traer un inmpermeable pero también ropa de verano de algodón (es mejor para la humedad, que aquí es bastante alta) y también alguna chaquetita o mantita para los niños, porque en los interiores (centros comerciales, hoteles, restaurantes, etc) el aire acondicionado está fuerte. Son unos cambios de temperatura tan bruscos que me extraña que no haya más niños que enfermen.

Ah, muy importante. Traeros una buena reserva de embutidos envasados al vacío, sobre todo si la comida china no os gusta. Y aunque os guste, nos dan tales palizas con las excursiones y madrugamos tanto que, sobre todo por las noches, no quedan fuerzas para buscar dónde cenar, así que las provisiones de casa vienen muy bien. Aquí no es fácil encontrar pan normal, pero de molde sí, y para hacer unos sandwiches vale. Encontrar aquí fiambres o queso no es fácil, al menos parecidos a los que habitualmente consumimos en casa (a mí ya se me ha acabado el jamoncito y el lomo, así que probé a comprar un fiambre que viene en un bloque similares a los nuestros, y cuando lo he probado, no se parecía a nada conocido... ¿será mortadela de perro...?) Siempre queda la opción de cenar y/o comer en el propio hotel, pero esto para todos los días sale caro.

Las sillitas para los niños también se compran aquí o en la provincia sin problema y son baratas. Nosotros en Chongqing no tuvimos que comprarla porque nos las dejó el hotel, pero aquí en Beijing no han tenido el detalle, así que el primer día nos fuimos al centro comercial más cercano y nos hicimos con una (nos salió por unos 37 €, al cambio, pero hay quien ha comprado modelos más sencillos por 12 €). Lo importante de la silla es que se pliegue con facilidad porque nos pasamos el día entrándolas y sacándolas del maletero del autobús.

También hay mucha ropa para los niños, así que no os preocupéis si no acertáis con la talla del vuestro, como me ha pasado a mí. El calzado es un poquito más difícil, porque son unos zapatos un poco raros, pero también puedes apañarte en este aspecto, si se necesita.

Para llamar por teléfono, mejor olvidarse del móvil, sale bastante caro, sobre todo si es de tarjeta y no de contrato. Para esto es mejor comprar a los guías las tarjetas de teléfono. Con una de 100 yuanes (unos 10 €) puedes hablar algo más de 20 minutos con España. Se pueden usar desde la propia habitaciónj del hotel, lo que resulta muy cómodo, aunque ojo, el de Chongqing no nos cobró nada, pero sé que este de Pekín nos cobra el precio de una llamada local.

En cuanto a comunicarse por internet, tampoco hay problemas. Hay cibercafés y en el hotel seguramente también haya un espacio. Nosotros optamos por traernos el portátil para seguir este blog, y lo conectamos directamente desde nuestra habitación. Es cómodo... y en Chongqing fue barato, pues no nos cobró nada el hotel por este servicio. Sin embargo, éste de Pekín nos cobra 10 € diarios (me parece un poco caro, pero...).

El tema de los enchufes... Ya sabéis que aquí no son como en España, son de clavija plana y dos o tres agujeros, depende. De todos modos, la mayoría vienen preparados para enchufar también nuestras clavijas. En el peor de los casos, podéis comprar un adaptador y meterlo en la maleta, que eso es barato y no ocupa espacio.

El idioma... Dominar el inglés ayuda en Beijing, donde todo el personal del hotel, y en muchos restaurantes y centros comerciales, así como vendedores de la calle, saben los suficiente como para entenderte con ellos. En la provincia puede ser otra cosa; de hecho, en Chongqing, sólo algunos de los empleados del hotel hablaban algo de inglés; depués, en establecimientos de la calle, practicamente nadie lo habla, ni esto ni ningún otro que no sea el chino mandarín.

El informático desde Cáceres añade un par de consejos más:

El tema de los billetes que sean nuevos, sí que se lo toman en serio, ya que recuerdo que el paciente funcionario que estaban en el banco se tiró cerca de 10 minutos pasando un par de billetes de 100 € (nosotros solo tuvimos que llevar €, porque Chongqing es la única provincia en la que se paga solo en yuanes) que no querían pasar por la maquinita que validaba el billete. Lo sacaba, lo estiraba, lo doblaba un poquito por algún lado, hasta que por fin pasaron. Creo que se nos escapó algún ¡Hurra! cuando lo consiguió, y nos echamos todos a reir.

Respecto a lo de las bolsas para llevar el dinero colgado del cuello, al final resulta demasiado empachoso y da calor. Así que llevamos el dinero metido en las bolsas pero dentro de nuestro equipaje de mano (con mucho cuidado claro).

Lo que sí es práctico es llevar una carpeta pequeña para los pasaportes y billetes de avión, que tantas veces hay que sacar en los diversos controles de los aeropuertos. Por cierto, si alguno lleva portátil como equipaje de mano, te lo hacen sacar en todos los controles policiales.

Por otro lado, las maletas que sean duras, y muy aconsejable plastificarlas en el aeropuerto para salvaguardarlas lo máximo posible. Nosotros vimos muchas maletas abiertas en el viaje interior de China cuando esperabamos a recoger las nuestras. Aún así, no sé como las tratan, que la maleta grande nuestra tenía una rueda totalmente hundida hacia dentro.

Me comenta mi hijo Carlos (8 años) que es totalmente imprescindible una videoconsola para el largo viaje y las pesadas esperas. Eso sí, que no se abuse de ellas, que son máquinas antisociales totalmente. Todo como siempre en su justa medida.

Uff, qué poquitas ganas tengo de seguir..., mejor pongo fotos...






De izquierda a derecha: Marina, Yumen, Laura -sujetándola su mamá
Silvia-, Andrea y Carla.




















Liam, la otra "chongqinguera" del grupo. Tiene una orejita mala por un eccema, pero ya se está curando.




















Ésta es Aida, la hermanita de Andrea, la amiga que Carlos dejó en Beijing.

























Marina, con "tita" Elba, la mamá de Liam. Es la única, a parte de mí, con la que Marina se ríe.



















La otra extremeña del grupo... que también se llama Marina, con su papá, Juan.






















Y otro plano de Marina, que como es la mía, sale más que ninguna...











Y para terminar por hoy, unas fotos tomadas en el Palacio de Verano que hemos visitado esta mañana. Es un terreno de 290 hectáreas (como véis, aquí todo es a lo grande), de las cuales su mayor parte son lagos, destacando el Lago Kunming que es enorme. Supone una buena muestra del buen hacer de los chinos en cuanto al cuidado y ornamentación de jardines.














Otra foto de los edificios existentes en el parque.





















Una barca de piedra construida en la orilla del lago. Era el lugar preferido por la emperatriz Ci Xi para tomar el té.
















Esta otra barca sí navega y sobre ella nos han llevado a dar un paseito por el Lago Kunming.










Y por último, y con esto me despido por hoy, que ya no veo ni las teclas..., una preciosa foto de mi niña y el puente que cruza el lago, de fondo.


sábado, 15 de septiembre de 2007

Lluvia en la Gran Muralla, calor en la Ciudad Prohibida

"Señoras y señores, problemas técnicos obligaron ayer a suspender la programación. Reanudaremos la emisión tan pronto sea posible. Ahora, disfruten de unos minutos musicales" (musiquilla y carta de ajuste...)

("-¡Otilioooooooooo! ¡Deja el bocadillo y ponte a arreglar el cable!.
- Vooooy, jefe (Vaya, ahora que me iba a zampar este bocadillito de elefante, con sus colmillitos y todo...")

Ahora sí.... NIHAO

Queridos amigos, anoche surgió un problema con el dichoso ordenador, y ésta es la razón de que la "entrada" de ayer terminara de esa forma, y no que de pronto me quedara dormida sobre el teclado o que me haya vuelto así de estúpida de repente.

Ya sabía yo que en cuanto se fuera Paco, este cacharro haría de las suyas. No es que eche mucho de menos un marido, pero un informático... (Jejeje, es una broma, cielo, no te enfades).

A lo que vamos...

Ayer os estaba contando que, camino de la Gran Muralla, paramos en la fábrica de jade. Bien, pues sigo por ahí...

Terminada la visita, fuimos ya derechitos al monumento más emblemático de China. Como os adelantaba ayer, el tiempo no nos acompañó (curiosa frase ésta; siempre que la oigo me imagino que el sol se queda en casa...) y esto deslució mucho la visita.

De todos modos, la muralla está formada principalmente por escalones, pues la misma discurre por las laderas de las montañas, de manera que ir con niños y en carrito, no es lo más apropiado ni mucho menos. Vamos, que entre la lluvia, el cochecito de la niña y la niebla que rodeaba todas las montañas de los alrededores, se puede decir que "estuve allí, pero como si nada..."

Lo único bueno es que al estar tan malo el día, hubo menos visitantes de los habituales, porque me imagino que esto debe ponerse cada día como una feria.

El tramo que visitamos es, creo, el de Badaling, a unos 60 km. de Beijing. Describiros el paisaje de los alrededores me llevaría todo el día. Preciosísimo, verde, tupido, con una variedad increible de árboles... y todo rodeado de montañas. Desde el tramo más alto de la muralla, y en un día despejado, debe ser una maravilla contemplar el entorno, ver cómo discurre la muralla entre las montañas hasta donde la vista ya no alcanza...

Pero con la niebla que había, tengo que admitir que más que ver todo eso, lo intuí o lo imaginé. Bueno, pero al menos he estado... (ya conozco una de las ocho maravillas del mundo... ahora a por las otras siete, jajaja)

Como una imagen vale más que mil palabras, os pongo éstas y me dejo de más rollos.



Nos hicieron una foto de grupo que te incluyen en un libro de fotografías de la Gran Muralla, y que te venden por el módico precio de 100 yuanes. Es un negocio montado en torno a los turistas, pero todos caemos, porque las fotografías del libro son mucho mejores que las que nosotros pudimos hacer, y de este modo aprovechas para tener un recuerdo de todos los compañeros de viaje, nenas y nenes incluidos.

Los más valientes ("ellos") subieron el primer tramo de escaleras (larguísimo, pero se podía hacer) y el resto ("ellas") se quedaron abajo con los cochecitos y los bebés, dejando a sus maridos que hicieran la "hazaña" del viaje que más tarde contarán en el bar con los amigotes, seguro. Yo, cómo es lógico, me quedé en medio de los dos grupos. Subí un poquitín y luego bajé porque había dejado a Marina al cuidado de Elba, y la pobre, entre Liam y ella no daba abasto.

Terminada la visita nos llevaron a comer a un restaurante que, "casualmente" estaba al fondo de un almacén de cloisonné (son esos esmaltes típicos chinos -aunque la técnica se importó desde Europa- hechos sobre metal, generalmente broce. Consiste en hacer sobre una pieza, vasija, jarrón , etc. pequeñas divisiones también con metal realizando un dibujo, las cuales posteriormente se cubren con el esmalte y se cuecen. La comida estuvo bien, aunque nada comparable con la de hoy (ya os contaré...).

Total, que para ver (o más bien intuir) la Gran Muralla durante una hora, la "excursión" ida y vuelta, duró nueve; desde las 9,30 h. hasta las 18,30 h... ¿Comprendéis por qué decía ayer que no nos iba a sacar ya nadie de la habitación? Una paliza...

Hoy, sin embargo, la excursión ha sido más cortita, porque hemos ido a ver la Ciudad Prohibida.

No está mal... pero tampoco es el "no vá más..." ¡Había gente para poner un puesto!. Yo creo que de los 1.300 millones de chinos, la mitad más o menos estaban hoy allí, más otros varios millones de americanos y una cuarta parte de los españoles, que también nos hemos topado con ellos.

En realidad, se trata de un inmenso, pero inmenso recinto (tiene una extensión total de 720.000 metros cuadrados). Era la residencia de los emperadores, hasta ese "último" al que Bertolucci le dedicó la peli que precisamente está rodada aquí y que se llevó un mogollón de "oscars" (¿pueden ser nueve?). Hay muchas construcciones (casi 8oo en total, donde residían el emperador y supongo que cientos o miles de sirvientes porque caben un buen puñado..), con inmensos patios y escaleras entre ellos, pero no se puede ver ninguno por dentro; de manera que la visita se reduce a pasear por los patios, pasando de unos a otros. Se conoce como "Ciudad Prohíbida" porque a este lugar no se permitió la entrada del pueblo durante los cinco siglos que sirvió de residencia de los emperadores, las emperatrices y las concubinas.

Hemos invertido cerca de dos horas en hacer el recorrido deprisita, sin detenernos y sin verlo entero (¡es que es enooooooorme...!). Ah, y la anécdota de la jornada... Mira que la guía nos dijo al principio, "no separalse, que hay mucha gente y pueden peldelse...", pues nada, que me he "peldido...", pero no estaba sola, sino con otra pareja, "peldida" también. Hemos estado media hora dando vueltas intentando encontrar la banderita malva que lleva nuestra guía, pero yo las veía de todos los colores menos de ese. Si es teníamos que haber hecho como el grupo de señoras chinas que vimos cerca de la puerta (¿asociación de amas de casa en "visita cultulal"...?) que llevaban todas unas gorritas de visera naranjas, que ni os cuento... Pero vamos, tranquilos, que no ha pasado nada. Peor fue cuando me perdí de noche en Viena, sin un alma al que preguntar la dirección, o en la medina de Marrakech, con un montón de moritos mirando raro...

Unas fotitos para ilustrar tanto comentario, que si no, se hace pesadito el tema, ¿verdad?.



Como podéis ver, aquí también están en obras, como en el resto de Pekín...



Éste es el salón del trono, prácticamente el único interior que puede verse, y desde la puerta..., que tampoco te dejan entrar. La tablilla que está encima dice "zhengda guangming" (lealtad y esplendor), que son las virtudes del buen emperador. ¡Qué dominio tengo ya del chino, eh! Nooo, que hay trampa...









Las cubiertas de doble cornisa y tejas amarillas, como éstas, sólo podían utilizarse en los edificios imperiales.














La decoración de las cubiertas, con estatuillas de dragones, leones, jinetes, ave fénix, etc. realzaba la importancia del edificio.













Y para terminar, un primer plano de mi niña, estilo "rapera". Hoy hacía mucho calor, y mamá no se había acordado de llevarle ningún gorrito a la nena, así que "tita Elba" nos ha prestado una visera, que aunque le quedaba un poco grande, nos ha venido de perlas...
















Al mediodía, cuatro familias nos hemos "apuntado" para ir a comer con la guía un plato típico de aquí: pato laqueado. El resto han preferido ir al hotel y comer por su cuenta (supongo que la mayoría habrán terminado en el Mac´Donalds o similar...

Pues ni se imaginan lo que se han perdido. ¡Hummmmm.... buenííiiiisimo! El sitio era muy agradable, y la comida estaba exquisita, empezando por el propio pato laqueado y terminando por el pollo con verduras, pasando por los tallarines, el pato con sésamo y salsa picante de tomate, el cerdo con manzana frita... Vamos, que nos hemos puesto las botas. El pato se come poniendo pequeñas porciones del mismo, una vez untadas en una salsa oscura y dulce, sobre unas finas obleas de harina de arroz; después se añade puerro y pepino cortados en juliana, y finalmente se dobla como si fuera una crepe francesa. Exquisito... de verdad.

El pato lo filetea un camarero delante de ti, con un ritual parecido al del cochinillo en Segovia (pero sin plato que romper al final y sin descuartizar al pobre animal) y allí estábamos todos tomando fotos. Os dejo algunas de esta comida, para que os "proteste" el estómago si es que aún no habéis comido, cenado o lo que toque, que ya no sé qué horas son allí.



He aquí el camarero fileteando al pobre patito laqueado. ¿Habéis visto qué cara? (la del camarero, hombre, que el pato ya no tiene cabeza) Parece como si le diera pena del animalito... ¿o es que será vegetariano como nuestra guía...?























¿No se os hace la boca agua..., tan doradito él, tan jugoso...?





















Y, para finalizar, una vista panorámica de algunos de los platos que nos han servido hoy y que yo, para no perder los buenos hábitos, me he comido usando exclusivamente los palillos. Cuando vuelva, ya no sé si sabré usar el cuchillo y el tenedor, jajaja.








Por cierto, y hablando de comidas... Marina, además del arroz, que ya os dije que le encantaba, come patatas fritas y tallarines. No tengo ni idea de cómo los mastica porque no tiene muelas, pero da gusto verla comer todo esto, ah... y también sandía y melón. Al principio me daba miedo que se pudiera atragantar, pero me voy dando cuenta de que esta niña ha debido comer ya muchas veces alimentos sólidos, porque tiene una soltura...

Así que hoy, después de su potito, se ha comido un plato de tallarines, que yo le he ido dando con los palillos. Esto también hubiera merecido una foto, pero por no incordiar a nadie... (estas son las desventajas de estar sola...)

Otra cosita más, durante la comida, he estado sentada al lado de Carmen, la guía, y bueno, he de decir, que ha subido algunos puntos hoy conmigo. Ha estado muy amable todo el día, ayudándome con la silla de la niña, ofreciéndose a ir al supermercado si yo necesitaba algo para ella... No sé, igual es que ha leído este blog y está intentando quedar bien... ¿qué pensais vosotros?.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Beijing monumental

NIHAO

Hoy tengo más tiempo para contaros cositas, porque después de la paliza que nos han dado, nos hemos metido en la habitación del hotel a las siete de la tarde y no van a conseguir que salgamos de aquí en lo que queda de día ni activando la alarma de incendio.

Como se me ha ido el "técnico", no sé si sabré subir las fotos al blog, ya que eso era tarea suya. Vamos a intentarlo...

Antes de nada, deciros que Marina ya está adaptada totalmente a mí (¡A ver, a la fuerza ahorcan...!) y que ni me ha preguntado por su padre, ni nada de nada (jejeje).

Acaba de tomarse un buen tazón de papilla y ahora está dormidita en su cuna. ¡Es más buena...! Y yo aquí, tan ricamente, comiéndome los potitos de fruta que Marina me hace abrir para dejarlos después enteros, porque a la niña le basta una sola cucharada para decidir si se los come o no. Y estos que yo me estoy comiendo, pues la "señora" ha decidido que "no son de su agrado". Bueno, al menos son de plátano con naranja y de melocotón... que el otro día era de semillas de loto y algas... No sé, estos chinos hacen unos potitos más raros para los niños... Hay otro de calabaza con no-sé-qué, y uno con setas e hígado de cerdo. ¿A que suena asqueroso?, pues hay quien se los come y hasta parece que le gustan. ¡Y las galletas...! El otro día compré unas para Marina en la sección de comida infantil (os prometo que fue allí), y que decía la caja que era para cuando les duelen las encías por los dientes. Le di una a la niña, la probó, y me miró con una cara como diciendo: "estás tú apañada si crees que me voy a comer esto...", y la tiró al suelo. Como me extrañó su actitud, porque es muy golosa y le encantan las galletas, probé una. ¡Puaggg, qué asco..., sabía como a arena, nada dulce, y encima está más dura que un ladrillo. Tuve que volver a mirar la caja para cerciorarme de que no eran comida para perro...

Os comentaba en la anterior entrada, que habíamos ido a ver el Templo de los Lamas (esto es lo único que Paco y Carlos han podido ver de Pekín, una verdadera lástima...).





Se trata de un monasterio dedicado al culto del budismo tibetano. Está formado por un conjunto de edificios o pabellones comunicados por unos patios. Estas edificaciones son de madera policromada y datan de finales del siglo XVII. El monasterio fue declarado monumento nacional en 1949.

Lo que más nos impresionó de este lugar fue una estatua de Buda que se encuentra en el interior del Pabellón de las Mil Felicidades. No puedo mostraros fotos porque sólo podían fotografiarse los patios, en el interior está prohibido. Pero para que os hagáis una idea, os diré que esta estatua está tallada en un único tronco de sándalo y que mide 26 metros de alto y 8 de diámetro. Es por tanto una sola pieza... (caray con el "arbolito"...). Se cuenta que este tronco se lo regaló el emperador al séptimo Dalai Lama por haberle ayudado a sofocar una rebelión en el Tibet (se vé que entonces las relaciones eran mejores que las actuales, jejeje).

Esto que se ve en la siguiente foto, es una especie de pira donde se quema el incienso o el sándalo que se lleva como ofrenda.



En esta otra, aparece Carlos con su amiguita Andrea, que ahora le echa mucho de menos, porque se ha quedado sin compañero con el que jugar...



Avancemos en el tiempo, que este blog va con retraso y yo quería ponerme ya al día.

Ayer, primer día sin mis chicos, fuimos por la mañana a la Sección Consular de la Embajada Española para presentar más papeles (jo, parece que no se acaban nunca los trámites...). El día anterior, habíamos estado con nuestra guía, Carmen (muy china, por muy español que parezca el nombre...) cumplimentando formularios y revisando documentación. ¿Podéis creeros que para esto, en lugar de buscar un sitio en cualquiera de las decenas de salones que tiene este hotel de cinco estrellas, nos hizo, a 13 personas, sentarnos en la moqueta del pasillo? Yo estaba que echaba chispas. ¿Cómo puede tenerse tan poca consideración y tan poca cabeza? Pues nada, que a pesar de que se lo dijimos, se hizo la tonta y allí nos tuvo una hora, tirados por el suelo, bolígrafo en mano, escribiendo como buenamente pudimos. Desde luego, hay cosas que no podré entender nunca...

Y es que, al contrario que nos ocurrió en Chongqing, esta guía ya me tiene un poquito harta. Todo lo que dice lo repite dos veces, hablando aburre hasta a las ovejas... Cuando la veo venir, siempre pienso: "ahí vienen Carmen y su eco, eco..." Es pesadita, pesadita... y ni la cuarta parte de considerada que el buenazo de Nicolás. Por poneros un ejemplo, Liam, la otra "chongqinguera", ha estado malita y como tenía mucha fiebre (más de 39º) pidieron a Carmen que les acompañara al hospital. Ésta les envió a una colaboradora suya a la que debe tener para estos menesteres (lo cual no me parece mal), pero luego no se ha molestado ni en preguntar a los padres qué tal seguía la niña. Vamos, que no, que a mí "Carmencita" no me llena el ojo, y ya está.

De esto de los trámites no os pongo fotos, primero porque no tendrían nada de interesante y, segundo, porque en la Embajada está prohibido hacer fotografías. ¡Como si tuvieran allí guardados todos los secretos del Estado Español...! Por ejemplo, dónde escondió Roldán el dinero o quién le proporcionó al Dioni la famosa peluca... en fin...

Por la tarde, me fui con mis amigos burgaleses a dar una vuelta y terminamos (¡cómo no...!) en la Plaza de Tian´anmen, que ya comenté que queda muy cerquita del hotel. En dos palabras: im-presionante...






Bueno, un par de fotos, para dejar testimonio de mi presencia aquí, aunque de noche no quedan tan bien.























¿No se os parece a Mao? ¡Si tienen el mismo pelo...!










Y ya os resumo, rapidito el día de hoy, que ya me va entrando el "sorongo" y no puedo más...

Hoy tocaba visita a la Gran Muralla. ¡Cómo no ir! Y eso que ha hecho un día de perros... La verdad es que no me extraña que los extranjeros se queden "embobaos" con el sol cuando vienen a nuestro país. Llevo once días en éste y no he visto el sol ni una sóla vez. No hace frío, pero casi todos los días ha llovido y, aunque no llueva, está siempre como nublado. Será la contaminación o lo que sea, pero es tristísimo.

Antes de llegar a la Gran Muralla, hemos hecho una visita a una de las fábricas de Jade más importantes del país (o eso es lo que ha dicho -dos veces, para variar- la guía). Estas visitas, como la de la seda, son curiosas, pero la finalidad principal es "invitarte" a comprar, vamos, sacarte la pasta, como se suele decir.

El caso es que también me ha gustado ver las maravillas que hacen con el jade. Os pongo unas imágenes de muestra.


Desde luego, hay que reconocerles el mérito.






jueves, 13 de septiembre de 2007

Primer día en Pekín

Como lo prometido es deuda, aquí estoy otra vez.

Tengo un poquito de prisa, así que os resumo el primer día. Ya iré dando detalles más adelante.

El hotel Capital de Beijíng (como dicen ellos) es una pasada. Nunca había visto uno tan grande. Son dos torres, pero además tiene una planta baja con no sé cuantos metros cuadrados, cientos y cientos...

El día que llegamos fue un poco caótico todo. Tuvimos que esperar en el aeropuerto a otras 11 familias españolas que regresaban de varias provincias y, una vez todos juntos, ya fuimos al hotel. Ahora somos por tanto, 13 familias en total, cada una con su chinita o chinito, que de todo hay.

Ayer hicimos las primeras excursiones.

En primer lugar fuimos a una fábrica de seda donde nos enseñaron todo el proceso a que son sometidos los capullos para hacer las madejas de seda. ¿Sabíais que un capullo está formado por un único hilo de seda, que puede llegar a medir entre 1.200 y 1.600 metros? Es impresionante.

Os pongo unas fotos de la fábrica y de las explicaciones que nos dieron, así como del proceso de extracción de la seda (deben sumergirse en agua calentada a 45 º para poder empezar a desmadejar el capullo, y después, se unen varios hilos procedentes de varios capullos para formar una hebra, y con esto ya se forman las madejas. Ahora está más mecanizado el proceso, pero antes se hacía totalmente a mano).












En esta otra foto, podéis ver cómo se estira una pequeña porción de seda, formada por unas planchas hechas por la seda de varios capullos. Estas planchas ya estiradas, se van poniendo unas encima de otras para hacer los edredones de seda, que es lo que aparece en la imagen.



Después de ver la fábrica y comprar algunas cosillas, fuimos a ver El Templo del Lama, pero eso ya os lo explico más despacio en otra "entrada".

Desde el autobús vimos el estadio nuevo que se ha construido con motivo de las Olimpiadas del próximo año. Se le conoce como "nido de pájaro" porque el aspecto recuerda mucho a uno, con ese entramado que tiene. La foto no es muy buena, pero quien esté interesado puede ver más y mejores buscando en el google (je, tendrán que pagarme algo por esta publicidad, no?). En este estadio se hará la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas.




También vimos el reloj que cuenta hacia atrás el tiempo que queda para la inauguración de los Juegos Olímpicos. Había visto en la tele su puesta en marcha, y ahora me hace gracia verlo en directo, qué cosas...




Hasta la próxima, amigos...

Los chicos con los chicos, las chicas con las chicas

NIHAO.

Marina y yo estamos tristes, ... buaaaaaa... Carlos y Paco se han ido esta mañana... Casi no me ha dado tiempo a asimilarlo porque estaba muy adormilada cuando me he despedido; ayer me acosté a las 3 de la mañana (todo por escribiros la anterior entrada... ya me lo podéis agradecer a la vuelta, ya...) y a las 5 ellos se levantaron porque venían a las 6 a recogerles al hotel para llevarles al aeropuerto.

Llegarán a Madrid sobre las 17,30 h. de hoy (si es que no se pierden en el Charles de Gaulle, que tiene tela marinera...). Espero que duerman mucho en el avión, sobre todo Paco. Ya le he dicho que si se nota cansado, no se le ocurra conducir hasta Cáceres y que se queden a dormir en Madrid o donde sea. Y sé que me hará caso, porque si no... viene "mamaita Ana" con el palo y le calienta las orejas, que si mi niña es la "sargento chupachús", su madre es la "capitana mandamás"...

A ellos les ha dado también mucha pena tener que marcharse. A Paco, porque le preocupa cómo nos apañaremos sin él, y a Carlos porque se le acabó el chollo de los MacDonalds (entre otros...) y porque había hecho muy buenas migas con una canaria de cinco añitos que es otro "loro" como él (¡madre mía, los dos juntos son como para radiar partidos de fútbol , qué manera de cascar...!).

En fin, el caso es que se han ido, y esto se ha convertido en un viaje de "sólo chicas..." ¡GUAU, QUÉ EMOCIÓN, IGUAL HASTA LIGAMOS...! Quita, quita, pensándolo bien, mejor no, porque no quiero que mi niña se eche novio aquí, que luego hay que venir de visita a conocer a los consuegros y esas cosas y el viajecito es un poco pesado; y yo tampoco, que estos chinitos son muy amables y todo lo que queráis, pero también un poco guarrillos (paradojas del país: no verás a nadie tirar una colilla al suelo, siempre en los ceniceros, que por cierto, abundan bastante por la calle, pero no tienen ningún reparo en escupir casi sobre tus mismos pies, después de hacer un ruido guturo-nasal de lo más desagradable. Quienes me conocéis bien ya sabéis que no puedo soportarlo, así que cuando vamos por la calle me entran constantemente unas arcadas, que parece que estuviera embarazada. ¡Qué asco, es todavía peor que lo de las letrinas!)

Ahora que lo pienso, este blog está saliendo de lo más cochino... Lo siento, pero son las cosas que me llaman la atención.

Bueno, a lo que vamos. Que la familia se ha dividido. No olvidéis que Paco tiene que estudiar un montón todavía, así que dejádmele tranquilito hasta que pase el examen, que tiene que concentrarse en lo suyo. Además, si todo os lo cuenta él, ¿de qué voy a hablar yo cuando llegue...?.

La "prueba de fuego" que esto ha supuesto para Marina y para mí, creo que la estamos pasando con nota. Esta mañana, buscaba a su padre por toda la habitación y ha gimoteado un poquito, pero al no verle por ningún lado, se ha conformado. Además, ya conmigo está muy bien, me deja que la lleve en brazos y me hace todas las gracias, las palmitas, los bailes con las manos, y esas monerías.

Hala, seguidores y seguidoras de la on-line-novela, el capítulo de hoy se ha acabado. Bueeeeeno, a ver si puedo más tarde contaros algo más sobre el primer día que pasamos en Beijing, que fue ayer y os cuelgo unas fotos de esas que ponen los dientes largos.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Siempre nos quedará... Chongqing

NIHAO.

¿Nos echásteis de menos ayer? Qué mal acostumbrados os tenemos...

Bueno, no siempre se puede.

Ayer dejamos Chongqing para iniciar la segunda parte de este viaje alucinante, pero el día anterior aún tuvimos tiempo para hacer algunas visitas de interés. A petición nuestra (ya os comenté que los guías y el autobús están a nuestra entera disposición), fuimos al zoo de la ciudad. ¡Otro madrugón...! Porque tal y como nos explicó nuestro guía, Nicolás, "hay que madlugal pala ver a la panda; porque si hace calol, la panda come, y se va a dolmil y ya no vemos la panda" (poner voz de chinito para leer esto, claro).




Una monada los pandas... Quedan menos de 1000 en el mundo y su principal hábita está en esta zona y en Xichuan.

Estando en el zoológico comenzó a llover, así que la visita terminó pronto y pasada por agua, aunque nos dió tiempo a dar un paseo y ver otros animales además de "la panda", que no se había ido a "dolmil" ni mucho menos.

Aquí os pongo unas fotos de nuestras dos "chonchingueras", las más bonitas del mundo mundial.




El mismo día, aprovechamos para ver el Palacio de Congresos, una construcción inmensa, como todo por aquí, edificado en 1951, a imitación de otro edificio que se encuentra en Pekín. Su aforo es de 4500 personas. Las fotos no le hacen justicia, pero... es todo lo que vosotros podéis disfrutar de momento (¡qué mala l... tengo! jejeje).







Como estaba lloviendo, y habíamos dejado los impermeables en el hotel, Carlos aprovechó para hacer una de sus "compras inútiles", y por 15 yuanes (1,50 €) le compró a una vendedora ambulante este "sombrero-paragüas", que ciertamente, impide que te mojes permitiéndote mantener las manos libres (en el fondo, no está mal pensado...). El problema es que ahora quiere llevárselo al cole cada vez que llueva y, la verdad, no es plan...



Después estuvimos dando una vuelta por la zona comercial, y al final, sobre las tres de la tarde, terminamos otra vez en el Mc´Donalds (¡con la manía que les tengo...!), pero es que después de las dos , ya no hay ningún restaurante chino que esté abierto, porque aquí, la comida del mediodía se hace entre las 12 y las 13 horas. Así que a los pobrecitos de los guías, que no se han separado de nosotros hasta que nos dejaban"sanos y salvos" en el hotel, les hemos hecho pasar más hambre... ¡Vamos, que yo creo que no le dieron un "bocao" a un perro que vimos en una plaza, por pura educación!(Pensad que aquí los perros se comen, así que supongo que ver uno andando por la calle, debe ser para ellos, como ver un "bistec con patas...").

Después, para volver al hotel, y puesto que al chófer ya le habíamos dado el resto del día libre, cogimos el "tren ligero", que es parecido al metro. Tiene las estaciones bajo tierra igual que cualquier metro, pero en seguida las vías ascienden a la superficie, y la mayor parte del trayecto discurre sobre raíles situados, generalmente, a varios metros por encima de las medianas de las carreteras que separan los carriles de sentido contrario. Al ser vías elevadas, permiten una visión de la ciudad diferente y bastante interesante, sobre todo en las zonas próximas a los ríos.

Aquí os dejo una foto del edificio del hotel. Estábamos alojados en el piso décimo, del total de treinta y dos plantas que tiene. La habitación, por cierto, era buenísima, a excepción del baño que se nos hizo un poco pequeño en proporción con el resto, y es que tenía un water inmenso que ocupaba casi todo el espacio (¿será porque como estos sanitarios por aquí no abundan, cuando ponen uno, lo hacen "a lo grande"?).




Mirad cómo disfruta Marina en el baño; le encanta jugar en el agua.




Ayer por la mañana la dedicamos principalmente a hacer el equipaje. Hemos tenido que comprar otra maleta para poder dividir bien aquello que tengo que quedarme yo y lo que tienen que llevarse Paco y Carlos.

"Papaito" está triste pensando que muy prontito ya tendrá que volver y dejar aquí a la niña de sus ojos. Tanto, que estuvo calculando si cabía en la maleta nueva para llevársela "de extranjis"; he aquí la prueba.





Dejar Chongqing ha sido bastante duro, a pesar de que no nos ha parecido una ciudad especialmente bonita. Hemos tenido una sensación extraña, como si alejáramos a nuestras hijas de sus raíces antes de que pudieran realmente sentirlas como suyas.

Tal vez, dentro de unos años, repitamos este viaje, cuando nuestra hija ya tenga edad de comprender muchas cosas que serán importantes en su vida. Sólo espero que, para entonces, ella haya asimilado su historia y vuelva a esta ciudad sin rencor, siendo capaz de verla como quien se encuentra con alguien muy querido a quien dejó de ver hace tiempo.

Al salir hacia el aeropuerto llovía suavemente y Nicolás (tan rico siempre), nos dijo: "el cielo está llolando porque ustedes se van..."), y entonces, por una asociación de ideas, a mí me vino a la cabeza esa famosa frase que se relaciona con Boabdil y la entrega de Granada: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".

Nos llevamos las perlas más valiosas de éste lugar. Nosotros ganamos; Chongqing, tú pierdes...